Silencios
Nos vemos en el otro, en los silencios
y las palabras son vagas imágenes,
ecos de sensaciones intangibles,
pobres metáforas —como las estrellas
que te nacen en los ojos— indicios de hechos
que no se pueden precisar: sutilezas,
gestos discretos que nos sabemos de memoria,
síntomas de afectos y de preocupaciones,
evocaciones de los días
muertos y afanes que merman —advertimos
cambios en los atardeceres— cuando estamos
a medio camino de las conmociones,
de alegrías dulces y desencantos
que nos harán más sufridos y transigentes,
y de los llantos derramados sobre los infortunios
hasta que nos reconozcamos en los gestos
imperturbables de las esculturas
y yo reencuentre, tras los ventanales,
al contraluz de aquel museo construido
sobre megalitos prerromanos, la mar,
el esplendor azulísimo de las brisas
de invierno, el sol del mediodía besando
la plaza y el aire de resignada
tristeza de tu mirada oscurecida,
deslizándose lentamente por los escaparates,
observando fíbulas, candiles, dados....
reflejado en el frío de los cristales.
Nicolás Gramática, Lola Trujillo
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